Los conflictos del futuro tendrán su origen en la disputa por un líquido fundamental: el agua. Un ejemplo lo tenemos en la cuenca hidrográfica del Nilo. La Gran Presa del Renacimiento construida en Etiopía es la infraestructura hidroeléctrica más grande de África y creará un pantano más grande que la ciudad de Londres. Ésta se ha construido con la ayuda económica de China y se encuentra a escasos 20 Km de la frontera con Sudan, en el Nilo Azul, que es el mayor tributario del Nilo aportando prácticamente el 75% de su caudal.
Esta mega estructura es necesaria en Etiopía, dónde la mitad de la población no tiene luz, pero sin duda afectará a los países que se encuentran en el curso bajo del río. Éstos han reaccionado al proyecto y posterior ejecución de las obras de manera diferente.

Por un lado, tenemos a Sudán, que apoya el proyecto. Al estar muy cerca de su frontera, el país se beneficiará también del acceso a la electricidad a bajo coste. Además, las autoridades sudanesas creen que ayudará a regular el caudal del río, que en su paso por Sudán está sujeto a grandes variaciones y provoca inundaciones y sequías a la par, dependiendo de la época del año. Al gobierno de Jartum le preocupa solamente coordinarse adecuadamente con las autoridades etíopes para que la presa de Roseires, en territorio sudanés, no colapse si los etíopes deciden abrir la suya para soltar agua en época de inundaciones.
Por otro lado está Egipto, un firme opositor al proyecto. El 90% del agua dulce accesible en el país proviene del Nilo y están muy preocupados por si Etiopía decide cerrar el grifo. En los últimos años Egipto ha ido perdiendo peso específico y músculo militar en el equilibrio de fuerzas africano. Otrora máxima potencia reguladora en la cuenca del Nilo, en los últimos años ha visto como los países del curso alto del río han ido tomando sus decisiones, construyendo las infraestructuras que les eran necesarias sin prácticamente consultarles. Además, Etiopía les acusa de intentos de sabotaje y ciber ataques durante la construcción de la presa.
Los tres países se ponen de acuerdo en cómo distribuir el caudal en tiempos de abundancia, pero no cuando haya sequía. El tiempo de llenado del pantano es otra fuente de conflicto. Etiopía quiere llenarlo cuanto antes, de hecho ya lleva 2 años llenándolo de manera unilateral, sin el acuerdo de los países del curso bajo del río. Egipto necesita que se haga lentamente para no quedarse seco.
Nota sobre el autor
Jordi Rovira es periodista y guía en África desde hace más de 15 años. Diseña y guía viajes para Dinka Travel, una agencia de viajes joven pero con mucha experiencia. Si te interesa saber más, visita la web de Dinka Travel o contacta por email a jordi@dinkatravel.com o a través de jordi@sobreafrica.com